Drexler - Polvo de Estrellas

domingo, 4 de enero de 2009

Loris Malaguzzi

Reggio Emilia es una ciudad de Italia donde a finales de la Segunda Guerra Mundial nació un proyecto diferente en el que se empezó a trabajar con los niños y para los niños, proyecto autogestionado en sus principios por un pueblo que necesitaba un cambio, un cambio que empezaría con la educación.

Los principios de Reggio Emilia.

Todo empieza en la primavera de 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, la gente de un pueblo, situado a pocos kilómetros de Regio Emilia decide construir y gestionar una escuela para niños. Mediante la venta del material abandonado por los alemanes tras su huida (unos caballos, un tanque y un camión), se empieza a financiar y a llevar a cabo el proyecto. Fue una escuela salida de la nada, que se empezó con muchas ganas e ilusión pero que no se sabía como continuaría hacia delante. Lo único que les hacía seguir eran las ganas y la ilusión de unos campesinos (sobre todo mujeres viudas por culpa de la guerra) que querían que las cosas cambiaran. En un principio estuvo autogestionada por el pueblo hasta conseguir la gestión municipal. A esta se le añadieron más escuelas por la periferia, promovidas por mujeres y con la colaboración del CLN (Comité de Liberación Nacional).

La educación de los niños estaba en manos de educadoras excepcionales y muy motivadas, aunque su formación provenía de escuelas de magisterio privadas y católicas, su pensamiento era muy abierto, ambicioso y lleno de energía. Los comienzos fueron muy duros, algunos de los niños estaban cansados, desnutridos y con una salud efímera, para ellos la lengua italiana era prácticamente desconocida ya que en sus hogares se hablaban diferentes dialectos. Todo esto se superó con la enorme ilusión y ganas de las educadoras y con la colaboración de madres y padres cuyo objetivo principal eran sus hijos.

En 1954 la sociedad se embarca en un nuevo camino que supondrá un cambio en la concepción que se tenía sobre las escuelas infantiles. A principios de este año, más concretamente el 3 de Enero de 1954 se inician las transmisiones televisivas en Italia, la gente empieza a emigrar del campo a la ciudad y las mujeres comienzan su larga lucha para reivindicar la igualdad y sus derechos, que durante tantos años le habían sido negados, empezando así a romper con la tradición. Esto supone un enorme cambio en la forma de ver las escuelas Infantiles, aquí empieza la verdadera demanda por parte de las mujeres que comienzan a trabajar fuera de casa. Esto hace que el ayuntamiento se decida y apueste por la creación de nuevas escuelas infantiles.

En 1963 nace la primera escuela infantil municipal para niños de 3 a 6 años. Al inicio instalada en un edificio de madera prefabricado e impuesto por las autoridades. Constaba de 2 aulas para unos 60 niños, fue llamada Robinsón. Tres años después el edificio se quemó por culpa de un cortocircuito pero un año más tarde y después de superar todos los contratiempos y muros impuestos por el gobierno de entonces, el ayuntamiento consiguió construir la primera escuela municipal infantil para niños de 3 a 6 años hecha ya de obra.

En 1968 las aulas en las escuelas infantiles pasaron a ser 12, 24 en 1970, 43 en 1972, 54 en 1974 y 58 en 1980(Datos recogidos en el libro de Loris Malaguzzi,“La Educación Infantil en Reggio Emilia”pag.31), repartidas en un total de 22 escuelas . Esto supuso una brecha en la red de escuelas católicas, que en aquel momento eran dueñas del monopolio educativo. Esta situación no gustó mucho a la vertiente católica, llegando a difundir por radio una campaña muy violenta de desprestigio en contra de las escuelas de Reggio Emilia y las municipales. No solo les molestaba perder este monopolio de la educación sino que sus ingresos empezaban a ser muy bajos y existía una ley que no permitía dar más privilegios a las escuelas privadas y estas necesitaban de una ayuda. Pero aquí no termina todo, el gobierno también estaba descontento con esta situación a causa del enorme crecimiento cultural que estaba sufriendo la población y el enorme interés que levantaba esta experiencia a nivel internacional.

La primera escuela infantil de 0 a 3 años fue llevada a cabo en 1971 gracias a los 10 años de lucha de las mujeres por su igualdad, sus necesidades y las de sus hijos. Estas escuelas necesitaban una mayor especialización y profesionalidad por parte de las educadoras y educadores, solamente superada gracias a su juventud, motivación y ganas de aprender además de la sensibilidad de los padres que se iniciaron en esta aventura.

Las escuelas de Reggio Emilia tuvieron la oportunidad de trabajar y contar con la colaboración de Loris Malaguzzi desde el principio, además de la unión a lo largo del tiempo de gente como Gianni Rodari, gran creador de gramática y cuentos infantiles, y con la ayuda de Bruno Ciari, uno de los mejores y más apasionados pedagogos infantiles del momento. También contaron con un enorme abanico de referencias e inspiraciones tanto teóricas como de autores, autores de los años 50 como: Rousseau, Pestalozzi, Froebel, Bovet, Ferrière y Dewey, posteriormente: Decroly, Gramsci, Freinet, Wallon, Cleparéde, Marenko, Erikson, Piaget, Wertheimer, Lev Vygotski, Bruner, Freire, Fromm, Bronfenbbrener, Maslow, Rogers y Hawkins. Ya más tarde en los años 80: Carr, Gardner, Kagan, Shaffer, Kaye, Bateson, Morrin, Prigogine, von Foerster, Varela y Edelman. Popper, Bachelard, Lorenz, Bronowsky, Wittgenstein, Meisemberg, Arnheim y Grombrich. A parte de todos estos autores y sus teorías, tuvieron que estudiar y conocer a otros autores, teorías y concepciones con tal de poder realizar un rechazo explícito hacia ellas.
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(Extracto de Wikipedia)

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